Después de unas 10 horas de vuelo y un pollo en salsa de densidad desconocida para mi hasta el momento(que alguien me explique el tema de la comida en los aviones por favor), llego a Colombia.
A través de la ventanilla del avión veo un paisaje que me recuerda a Asturias pero aterrizo en Bogotá, una ciudad sin mar y sin sidra...Cuantas cosas vamos a echar de menos!!
Bogotá es verde, muuuuy verde.
Los cerros nos rodean y casi puedes verlos desde cualquier zona de la ciudad.
Son enormes y salvajes y me recuerdan todo el tiempo que estoy en un país muy diferente.
El tráfico es horrible, aquí hay trancón (atasco) en todas las calles, van a lo loco, nadie deja que cambies de carril, hay que lanzarse decidido.Madrid es pan comido al volante...
La verdad es que en mis primeras horas estoy desubicada, la ciudad es enorme y pasas de zonas preciosas a otras que hacen pensar que queda demasiado tiempo para la fecha de vuelta, pero no vamos a tirar la toalla tan pronto.
Descanso unas horas en una casa de revista, la miro y pienso "bueno, esto si que es mejor seguro!!"
La altitud se nota y mucho la primera noche me despierto cada dos por tres con la sensación de que me falta el aire pero sobrevivo :) y pasadas unas horas ya debo tener glóbulos rojos para exportar porque ya ni me entero, puede que los chupitos de guaro (aguardiente) muy típicos aquí hayan ayudado.
Esto acaba de empezar...
Besos para todos, por aquí estamos bien ;)
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