Edgar y su padre decidieron mudarse al centro de Bogotá. El barrio de La Candelaria no es ni el más cómodo ni el más seguro, pero todo compenso cuando se hicieron con el último piso del que puede ser el edificio con las mejores vistas de Bogotá.
Confiaron el diseño de sus apartamentos a Simón Vélez, famosísimo arquitecto colombiano con un dominio asombroso de la construcción de estructuras en maderas tropicales. Solo tecleando su nombre en google encontrareis sus trabajos.
Uno no se espera lo que encontrará allí arriba cuando llega.
La zona no es demasiado buena y el edifico es bastante feo por no decir horrible.
La sorpresa es mayúscula.
Viven los dos juntos pero no revueltos, cada uno en su apartamento.
Desde la casa de uno se ve la del otro, una buena idea para vivir en familia pero cada uno en su espacio.
Cada vivienda refleja personalidades diferentes,las fotografías hablan por sí solas.
Uno más informal, joven, alegre y el otro más serio y decorado con lo esencial.
Las vistas de cada uno de los apartamentos son increíbles y sin duda es una suerte poder conocer un lugar así. Puede gustarte más o menos, pero no deja indiferente a nadie.
Es una de esas casas que te hacen soñar por un rato, imaginar como será algún día la tuya y decidir si eres más de bambú en el techo o de cojín por el suelo.
Cada ventana parece una postal, uno puede pasarse horas viendo a la gente diminuta pasear por las calles.
El atardecer se puso de nuestro lado y la puesta de sol me hizo pensar que en una casa así no hace falta mucho más. Qué suerte tomarte un vino tumbado en esa hamaca...
Edgar tienes una casa preciosa.
Gracias por compartirla con nosotros.
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